La Inteligencia Artificial Generativa (GenAI) ha sido, sin duda, uno de los avances tecnológicos más disruptivos de los últimos tiempos, solo comparable con la llegada de Internet. A un año del boom de esta tecnología, hemos aprendido lecciones valiosas sobre su impacto y potencial.

Aumento de la inversión en IA Generativa

El año 2023 fue testigo de un crecimiento significativo en la inversión en Inteligencia Artificial. Según Statista, se estima que el valor del mercado de la IA superará los 320.000 millones de dólares en 2026. Específicamente, la IA Generativa alcanzó ese mismo año, una inversión de 25.200 millones de dólares, según datos del informe del Índice de IA 2024, lo que refleja su potencial transformador. Por su parte, una encuesta de KPMG reveló, además, que el 74 % de los líderes empresariales considera a la GenAI como una de las tecnologías emergentes más impactantes para los próximos 12 a 18 meses, afectando principalmente a los sectores IT y Tecnología, Operaciones, así como en Marketing y Ventas. Estos datos subrayan la rápida adaptación y entusiasmo empresarial hacia estas tecnologías, impulsadas por sus beneficios en la optimización de procesos, automatización y mayor eficiencia.

Lecciones aprendidas del “Boom” de la GenAI

Hace un año, presenciamos un salto significativo en la tecnología de la IA Generativa, marcando un hito en la manera en que las máquinas aprenden y crean contenido, una capacidad que antes era exclusiva de los seres humanos. Desde el arte y la música, hasta los textos y la generación de código para programación, la IA Generativa está transformando e impulsando nuevas formas de creatividad y redefiniendo el panorama tecnológico.

En retrospectiva, es vital reconocer las lecciones que hemos aprendido durante este periodo de cambio y entender cómo estas pueden guiar nuestro futuro. Sin embargo, también debemos considerar las implicaciones éticas de esta evolución. La creciente integración de modelos de lenguaje avanzado y otras formas de IA Generativa en nuestras vidas plantea preocupaciones en términos de ciberseguridad, propiedad intelectual y desafíos legales que deben ser gestionados de manera responsable.

Entonces, ¿cuáles son las lecciones que hemos aprendido con la explosión de la GenAI en el último año?

Una de las más importantes, sin duda, es que la ética no se negocia. La capacidad de generar contenido falso o manipulado ha planteado serias preocupaciones, subrayando la necesidad de crear sistemas responsables y seguros que incluyan mecanismos para detectar y mitigar el uso indebido. Además, la transparencia es crucial para que los usuarios comprendan cómo funcionan los algoritmos, cómo se entrenan y cuáles son sus limitaciones, permitiéndoles tomar decisiones informadas. Hemos aprendido también que la colaboración interdisciplinaria es clave, reuniendo a expertos en tecnología, ética, derecho y diseño para asegurar aplicaciones beneficiosas y equitativas.

Además, la educación y capacitación son fundamentales, no solo en habilidades técnicas, sino también en potenciar el ingenio y la creatividad humana. Prepararnos para el impacto laboral de la GenAI es vital, ya que transformará o creará nuevos roles y es necesario invertir en el desarrollo profesional de los talentos.

La GenAI ya está cambiando el panorama laboral dentro de las organizaciones, automatizando algunas actividades, mientras que otros trabajos se verán en la necesidad de transformarse, o bien, surgirán nuevos roles. Las organizaciones deben preparar a sus colaboradores para estos cambios, mediante la redefinición de sus tareas y la inversión en desarrollo profesional. En este sentido, según el Foro Económico Mundial, para 2025, la IA creará 97 millones de nuevos roles en sectores que van desde el desarrollo de software hasta la asistencia sanitaria personalizada. Del mismo modo, la sostenibilidad debe ser un enfoque esencial en el desarrollo de la tecnología, impulsando inversiones en centros de excelencia que maximicen su beneficio para la humanidad y el planeta.

En este contexto, la ciberseguridad se ha vuelto crucial, ya que la IA y la automatización no solo pueden generar ahorros significativos, sino también procurar la seguridad de la información y prevenir vulnerabilidades. A medida que la IA Generativa se integra en más sistemas, la interoperabilidad se vuelve cada vez más relevante, por lo que la adopción de estándares abiertos son una manera para facilitar esta integración y mejorar la funcionalidad general. De manera complementaria, la supervisión humana sigue siendo indispensable en ámbitos críticos como la medicina o el derecho, por lo que es fundamental mantenerse actualizado con las regulaciones sobre IA para garantizar un uso seguro y ético de esta tecnología.

España y Europa lideran el camino en el desarrollo de la IA Generativa

A lo largo de toda Europa es notable la creciente importancia que se le ha dado a la regulación del uso de la IA. La región ha mostrado un enfoque proactivo en el desarrollo y regulación de la IA, como lo demuestran el Plan Coordinado sobre Inteligencia Artificial y el Acta de Inteligencia Artificial de la Unión Europea, esfuerzos significativos para promover el uso ético y seguro de la IA.

Particularmente en España, se lanzó la Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial para la cual se destinaron inversiones superiores a los 600 millones de euros hasta 2025. Además, el país ha impulsado la creación de centros de excelencia en IA y ha sido pionera en la elaboración de una Carta de Derechos Digitales que incluye disposiciones puntuales para garantizar la transparencia, la no discriminación y el control humano en los sistemas de IA.

Si bien estos esfuerzos reflejan el compromiso de la región con el avance tecnológico responsable y la preparación para un futuro impulsado por la GenAI, aún quedan desafíos por abordar como la necesidad de fomentar la formación de profesionales especializados en IA y GenAI, impulsar una colaboración más estrecha entre los sectores público, privado y académico, y avanzar en el desarrollo de un marco legislativo sólido, entre otros aspectos cruciales.

La IA Generativa es una fuerza poderosa de innovación y crecimiento económico. Abordar los desafíos éticos y prácticos mientras celebramos las nuevas oportunidades que genera, será clave para un futuro prometedor. Aprovechar el potencial de la GenAI, protegiendo y valorando las cualidades humanas, permitirá que esta tecnología no solo transforme industrias, sino que enriquezca la experiencia humana de formas que apenas comenzamos a explorar. Al trabajar juntos y aplicar estas lecciones, podremos desbloquear el potencial de la GenAI para impulsar el crecimiento sostenible y el progreso en nuestras organizaciones y en la sociedad.

Este artículo fue publicado en el diario El Economista de España.